Publicaciones

utilizar-anteojos-comprados-en-la-calle-y-sin-receta-pueden-hacer-mal

En primer lugar, los anteojos comprados sin receta tienen la misma corrección en ambos ojos y, en la mayoría de los pacientes, siempre existe una pequeña diferencia entre un ojo y el otro que es importante corregir.

Por otro lado, estos son producidos de manera masiva y no tienen en cuenta la distancia interpupilar de cada individuo -la que hay entre los dos orificios negros que están en el centro del iris-. Esto genera que los anteojos no estén bien centrados y que haya síntomas como astenopia, que es un dolor de cabeza producido por la mala corrección de los defectos refractivos.

Es como cambiar las gomas del auto, pero que no estén bien centradas y balanceadas. Cada paciente es diferente y necesita un anteojo personalizado, por eso la visita oftalmológica permite optimizarlos en base a las características de cada paciente. Además de aprovechar para controlar la presión ocular y la retina en busca de patologías que, diagnosticadas a tiempo, pueden prevenir una pérdida de visión.